Una joven solitaria deambula por una estación de trenes mientras hace pompas con un chicle. La cámara se detiene en primeros planos de su boca y sus ojos. Reflejos de luz atraviesan veloces un espacio industrial vacío, como sombras sobrenaturales. Una música repetitiva e inquietante parece advertirnos de un misterio latente. Ito disloca el espacio y el tiempo para adentrarse en las oscilaciones de la mente, incluida la oscuridad de su propia experiencia como cineasta.