Spacy consta de 700 fotografías fijas de 16mm de un gimnasio. Utilizando la técnica de animación stop-motion, Ito logra diseccionar el tiempo y el espacio, transfigurando su unidad cinematográfica más básica, el fotograma, en un frenético viaje cinético.
La cámara parece moverse por todo el espacio y dentro de fotografías del mismo gimnasio que se muestran en múltiples caballetes, creando un efecto visual recursivo aparentemente interminable. La técnica de animación sirve precisamente para trabajar la idea de un movimiento que se adentra infinitamente. Fascina la vertiginosa velocidad de la cámara, como si estuviera computarizada, arrastrando al espectador al igual que en una montaña rusa.
La música, compuesta por Takashi Inagaki, se inicia con un ruido envasado al vacío y muta hacia breves notas de sintetizador que recuerdan a un videojuego para, finalmente, detonar en caos. Inagaki creó una escala infinita en la que el sonido continúa descendiendo o ascendiendo sin fin, y sobre esa base, compuso una pieza musical que comenzaba de manera tranquila y que luego aumentaba progresivamente, ganando en velocidad.
Al final de la película, la cámara se detiene en un caballete donde aparece el cineasta con su cámara, mostrando así el gesto reflexivo de la creación, característico de su obra.