En Drill, la cámara recorre repetidamente el vestíbulo del dormitorio de la empresa de Ito, compuesto por un pasillo amueblado, ventanas y una pequeña habitación llena de casilleros en las paredes. Da la impresión de que la cámara hubiera estado colgada de un péndulo y oscilara de un lado a otro por el vestíbulo. El movimiento reiterativo se intensifica hasta hacer estallar la perspectiva que se desmorona violentamente.