Corto propagandístico realizado durante la Segunda Guerra Mundial, el último del director durante este periodo. Para evitar las posibles filtraciones de información debidas al espionaje, desde el National Film Board of Canada se advierte a la población de que no hable sobre cuestiones bélicas. McLaren utiliza una iluminación oscura, una iconografía cadavérica y cuadros negros para crear una ambientación propia de los filmes de terror.