Con imágenes atmosféricas y melancólicas, Müller acompaña una selección de los Poemas para la infancia de Ernst Jandl. Aunque pueda parecer ilustrativa y bien delimitada por la capitulación, la película no se somete del todo a una relación lineal entre escuchar y ver, ni al tiempo cronológico. Expresa más bien un deseo de retorno. La niebla de la memoria se convierte en el escenario de los ciclos, secciones e intersecciones entre infancia y vejez.