La película se desarrolla a partir de una "acción" de Günter Brus. Un hombre cubierto con escayola blanca tumbado en el suelo y rodeado de cuchillas de afeitar y múltiples instrumentos, que parecen sacados de un quirófano. Las cuchillas, tijeras y bisturís se van introduciendo gradualmente en su cuerpo en una autooperación llena de ritual.