De forma libre y fantasiosa, Intoxicated by My Illness sigue los pasos de una fase reciente en la vida de Dwoskin, que le llevó de una revisión médica a los cuidados intensivos. Principalmente, se trata de una ilusión sobre la fantasía erótica -sobre todo, la atroz y conmovedora ambigüedad de la sensación corporal que se despliega entre el dolor intenso y el placer infinito, entre las figuras de la enfermera (a la que quizás imagine como una dómina del bondage), y la dómina del bondage tocando el cuerpo "dominado" de la forma más tierna imaginable. A menudo, Dwoskin recubre la llamada "música cinematográfica" para colocar en primer plano de forma irónica su "propia dramatización", mientras nos arrastra hacia una intimidad rara y preciosa in extremis.