"Dirty es extraordinaria por su sensualidad, creada parcialmente por el uso de refotografía, que permite al cineasta un segundo nivel de respuesta a las dos chicas que está filmando, en parte por el estilo de acariciar del movimiento de la cámara y en parte por el aumento gradual de suciedad en la propia película, haciendo crecer las connotaciones táctiles generadas por la refotografía. La espontaneidad de la respuesta de Dwoskin al juego sensual de las chicas se combina con la espontaneidad de su respuesta a la película de su juego." John Du Cane