Primera entrega de la trilogía The Colour of Ritual, the Colour of Thought, formada junto a Peyote Queen y Shaman. Vemos, al inicio, una mano que sujeta un reloj de cadena, como si estuviera en el proceso de hipnotizar a una persona. Lo que sigue bien podría ser una demostración del carácter hipnótico del cine: rápidos movimientos de cámara, imágenes en negativo, celuloide rasgado y un uso creativo de la repetición nos sumergen, junto a la música, en un estado de trance. De Hirsch editó el metraje sin una mesa de montaje, utilizando material quirúrgico en desuso.