El título de esta obra (Mariposa del Tercer Ojo) hace referencia tanto a la naturaleza mística de las imágenes como a su plasticidad. A través de un dispositivo de múltiples pantallas, De Hirsch juega con los colores y las formas para componer un caleidoscopio iridiscente, similar al de su otra película Peyote Queen, pero mucho más radical.