Este film relata los intentos fallidos de un camarógrafo, que aparece como una sombra en algunos fotogramas, ya sea para penetrar en los paisajes que tiene ante sí o para unirse a los juegos de los niños. La edición disyuntiva y las frecuentes repeticiones se completan con secciones de poesía ligera lírica de gran belleza. Esta película establece el principio de organizar las imágenes mediante el ritmo en lugar de mediante la narrativa o el humor.