“Alguna vez me preguntaron qué es lo indeterminado, lo fortuito en la captura de una secuencia de imágenes. Se convoca al reino vegetal, con su multiplicación de formas simples, a exponer sus razones. Se fotografía cuadro a cuadro una sucesión de puntos de vista y detalles de un arbusto en plena floración: un ciclo culminante de margaritas. Corregir en cada plano la posición de la cámara, el encuadre, la distancia focal y el foco. La continuidad de formas y la relación de dimensiones producen una ilusión coreográfica. No intentábamos recrear movimiento sino detenerlo, producir continuidad estática entre planos diferentes entre sí. Fijado el diafragma, mientras seguimos fotografiando a ritmo regular (son aproximadamente 3.300 fotogramas), la luz del sol al ocultarse da por resultado un lento y prolongado fade-out (fundido a negro). Los pétalos blancos persisten visibles en la película expuesta más tiempo que el resto de la imagen, como en la retina cuando cerramos los ojos. El tiempo aparece suspendido. De pronto, una sorpresa: el cristal de un edificio vecino ha reflejado el último rayo del sol sobre nuestro campo de acción y de visión. En medio de esta intermitencia azulada, casi nocturna, todo se vuelve dorado.” -Claudio Caldini