Marcelle Thirache comenzó trabajando como fotógrafa, y empezó a exponer su obra en 1978. Su descubrimiento de Marguerite Duras y Germaine Dulac la llevaron a interesarse por el cine y, tras cursar un taller con Katerina Thomadaki a mediados de los años 80, empezó a realizar películas en Super 8. En 1987 mostró sus trabajos a yann beauvais y Miles McKane, quienes asombrados por la economía de medios de su expresivo montaje en cámara, decidieron incluirlos en el catálogo de la cooperativa francesa Light Cone.
Las películas de Thirache combinan el cine lírico gestual, en el que el cuerpo de la cineasta queda sensualmente inscrito en los cortes y los movimientos de cámara, investigaciones en las que subvierte los códigos de representación del cuerpo y la sexualidad femenina y el cine pintado a mano y rayado sobre la emulsión. Para completar esta práctica cinematográfica, Thirache comenzó a formarse en pintura clásica en 1999.