Las manos estiran con fuerza los recortes de papel de la anticuada premsa de una impremta, mientras el propietario permanece invisible. A continuación, Mimi Minus y una hoja de afeitar llevan a un accidente sobrecogedor. La cabeza envuelta, reaparece y la pintura negra se embadurna por encima... ninguna imagen retinene su intengridad, pues cada una de ellas se ve atravesada, pintada, doblemente expuesta, manchada, sucia.