Titania, una adolescente patosa, está sentada en la bañera, encima del desagüe, la entrada hacia un mundo oscuro lleno de mugre, bichos y peligros, que la conecta con todos los imbéciles del mundo. Ahora, los elementos de este mundo se mantienen inmóviles en el aire como Fantasmas en los azulejos que la rodean, al tiempo que Mattuschka cavila sobre la imposibilidad del amor.