La Historia se encuentra en el origen de Spacecut, evocando en la primera parte a los indios del Pueblo de Taos, en Nuevo México, y las excavaciones de las minas de oro de Sierra Nevada, en la segunda. El montaje de planos fugaces transforma este paisaje en un rompecabezas. Los horizontes se funden en la filmación de las rocas, los árboles y el cielo, convertidos en un torbellino arremolinado. En palabras del cineasta, «Spacecut es un wéstern para los ojos».
En Declarative Mode los dos proyectores producen una fluctuación al presentar simultáneamente dos imágenes, una dentro de otra. En el doble marco, los pasajes rítmicos funcionan como motivos recurrentes. Los colores cálidos y fríos, traducidos en acordes musicales, se relacionan recíproca y fluidamente. Como Nekes, Sharits también parte de otro episodio histórico, la Declaración de Independencia de Jefferson, cuyo sentimiento busca evocar a través de estas pulsaciones. Como Spacecut, Declarative Mode consiste tanto en un viaje alucinado como en una narración llena de sorpresas.
Spacecut, Werner Nekes, 1971, 16 mm, 41'
Declarative Mode, Paul Sharits, 1976-1977, doble proyección en 16 mm, sin sonido, 40'
Proyección en 16 mm. Copia de Spacecut cortesía de Ursula Nekes (agradecimiento a Arindam Sen). Copia de Declarative Mode procedente de Light Cone.