Tal como se señaló en la retrospectiva que le dedicó el MoMA en 1981, «James Herbert usa la forma del desnudo humano como paleta: sus desnudos son fotografiados, el metraje refotografiado, y los films resultantes son líricos, pero no sentimentales; distanciados, pero no clínicos; románticos y sensuales, pero sin lascivia»
«Cuando Herbert practica la refotografía, asegura que la cámara asume una fisicidad. Se convierte en una extremidad. La Beaulieu se adapta al cuerpo. Herbert, quien también es pintor, relaciona el hecho de refotografiar una película con la repetición de un lienzo. La capa de abajo puede oscurecerse, pero la obra, en sí misma, se ha vuelto más sustancial, adquiriendo una gran esperanza» (Larry Kardish).
Apalachee, 1974, 35 mm, sin sonido, 12 min; Three, 1974, 16 mm, sin sonido, 21 min; Silk, 1977, 35 mm, sin sonido, 25 min.
Copias por cortesía del MoMA.