“Inicialmente quería hacer un retrato de una casa –la de mi abuela Dionisia- y de unos lugares que para mí significaban la idea de infancia y de “veraneo” en un lugar de montaña (Puigcerdà, Pirineos catalanes). Enseguida me di cuenta de que al filmar la infancia de mis hijos estaba filmando además mi propia infancia y quizá la de otras personas. El presente enlazaba con el pasado y el tono era de elegía: finales de verano y fin de la infancia. Una vez acabada, fui descubriendo otras capas de sentido. Por ejemplo, las relaciones entre lo exterior y lo interior y las proyecciones de luz y de sombras. “Villa Dionisia” como casa-cámara fotocinematográfica, en la que entran y vibran las luces, los colores y las sombras del paisaje exterior. El montaje fue realizado, en su mayor parte, ya en la cámara, al filmar. Esta edición en vídeo es algo diferente de la versión inicial en film súper-8.”
- Juan Bufill
