En Meditation on Violence, Maya Deren filma a Chao-Li Chi y por primera vez utiliza materiales musicales de la cultura haitiana, explorando el ritual de Wu Tang y la transformación de la violencia en belleza. Stan Brakhage, que la consideraba la película más personal de Deren, señaló al respecto: «No aparece en la película, pero ella es la cámara. Se está moviendo, está respirando en relación con el bailarín».