Entre 1947 y 1955, Deren hizo cuatro viajes, durante 21 meses, a Haití, filmando abundante material con una cámara Bolex sobre la danza y la posesión en la cultura vudú, en un proyecto que quedó inconcluso y que también dio lugar a un libro. Después de la muerte de Deren, una versión de Divine Horsemen. The Living Gods of Haiti fue montada por Teiji Ito, su última pareja. Maya Deren: «Terminé filmando humildemente y lo más preciso que pude. Las lógicas de aquella realidad me forzaron a reconocer su integridad y abandonar mis manipulaciones».