Película sin discurso narrativo. Hotel Monterey muestra la descripción fragmentaria y ascensional del lugar, desde el vestíbulo hasta el último piso, subiendo en ascensor. Planos fijos sobre los pasillos, travellings muy lentos hacia adelante y hacia atrás centrados en las puertas y ventanas... Detrás de las puertas cerradas y del vaivén abstraído de los clientes anónimos se adivina una fascinante reserva de ficciones potenciales.