Junto a otras películas de principios de los años setenta como Garganta profunda o Boys in the Sand, L.A. Plays Itself presenta una aventura erótica y formal alejada de los estereotipos que más tarde se impondrían en el cine pornográfico, haciendo de paso accesible la pornografía homosexual a los espectadores heterosexuales. Con un planteamiento cercano a las propuestas del cine experimental, Halsted sitúa los encuentros sexuales al mismo nivel que los paisajes suburbanos o las reflexiones sociales. Todos estos elementos interactúan entre sí de manera irremediable, de forma que no se pueden entender los unos sin los otros. Incluso los espacios interiores ejercen, sin que podamos percibirlo a simple vista o evitarlo, la violencia de lo cotidiano.
Sex Garage, 1972, 35 min; L.A. Plays Itself, 1972, 51 min.
Proyección en vídeo. Mayores de 18 años.
Agradecimientos: William E. Jones.