En The Black Tower John Smith transforma un simple edificio industrial en una ruina aterradora. Al presentar esta arquitectura desde distintos puntos de vista y añadirle un monólogo, nos conduce al mundo de un hombre perseguido por una torre en Londres. La correspondencia imaginaria entre esta voz y la imagen crea una «puesta en abismo», una especie de fantasma que tiene la capacidad de cuestionar el hecho cinematográfico.
Por otro lado, Slow Glass parte de los ensueños nostálgicos de un vidriero para reflexionar sobre la transformación de la ciudad y la pérdida de las técnicas artesanales. Las imágenes y palabras de esta película son auténticos índices melancólicos de cambios imperceptibles y lentos en el paisaje urbano. Al mismo tiempo, al tratar también de la visión y la óptica, se establece un símil entre la fabricación del vidrio y la creación fílmica.
The Black Tower, 1985-87, 16 mm, 24 min
Slow Glass, 1988-91, 16 mm, 40 min
Proyección en digital. VOSC.
Copias cortesía de John Smith.
Un programa de Celeste Araújo y Oriol Sánchez.