La oscuridad absoluta es el máximo de luz. Cuando está oscuro, aparecen ciertas reacciones perceptivas en el espectador; para escapar de las tinieblas, sus ojos resplandecen más. El negro proyecta siempre una variedad continua de imágenes, visiones llenas de preguntas enigmáticas e inquietantes sobre el oscuro destino de la naturaleza humana. Más allá de su uso como mero signo de puntuación en el habitual universo fílmico, las películas de Aldo Tambellini, Nicky Hamlyn, Phil Solomon y Ben Rivers exploran las posibilidades expresivas y perceptivas de ese punto ciego y vacío singular de la pantalla, rastreando de manera primitiva el medio. La oscuridad en estos filmes es un viaje interior al mundo nocturno de la «no-imagen» con connotaciones místicas y políticas. [Proyección en 16 mm.]
Black Is, Aldo Tambellini, Estados Unidos, 1965, 4 min; Transit of Venus, Nicky Hamlyn, Reino Unido, 2005, sin sonido, 2 min; Nocturne, Phil Solomon, Estados Unidos, 1980, sin sonido, 10 min; Blackout, A. Tambellini, Estados Unidos, 1965, sin sonido, 9 min; Black Trip I, A. Tambellini, Estados Unidos, 1965, 4 min; Black Trip II, A. Tambellini, Estados Unidos, 1967, b/n, 3 min; Moonblack, A. Tambellini, Estados Unidos, 1965-1968, 5 min; Psalm III: Night of the Meek, P. Solomon, Estados Unidos, 2002, 24 min; Black TV, A. Tambellini, Estados Unidos, 1968, 10 min; Black Plus X, A. Tambellini, Estados Unidos, 1966, 9 min; The Coming Race, Ben Rivers, Reino Unido, 2006, 5 min.
