Tras realizar una película en Estados Unidos sobre una familia de inmigrantes mexicanos, la cineasta estadounidense Naomi Uman recibió duras críticas según las cuales ella no podía identificarse con los protagonistas de su film ya que nunca había estado en una situación similar. Eso la empujó a decidir emigrar a un pequeño pueblo en Ucrania de donde procedían sus antepasados. En Unnamed Film, Uman documenta con su cámara Bolex de 16mm y su estilo personal las actividades cotidianas de los habitantes de este pueblo.