Este film se encargó como anuncio publicitario para la empresa Chrysler. Len Lye obtuvo grabaciones filmadas de archivo sobre el montaje de un coche. Mediante la utilización de cientos de cortes con discontinuidad, logró crear una versión dramáticamente acelerada del proceso de montaje de un vehículo, sincronizado con los ritmos de la música de tambores africanos.