Esta película, realizada para el programa televisivo estadounidense Barrio Sésamo, tiene como protagonista una naranja que, mediante la animación stop-motion despliega sus formas en un movimiento coreográfico al ritmo de la música. La naranja, símbolo de vitalidad, energía, color y vitamina, acaba reducida a zumo para el placer y el disfrute de unos niños.