Con este film, Man Ray fue pionero de la técnica de la cinematografía sin cámara, en la que se exponen longitudes de película a la luz después de cubrirlas con alfileres, granos de sal y otros objetos de uso común. Con su pícaro uso de materiales disparatados - animación, formas no objetivas, rayogramas e imágenes fragmentadas ópticamente y no enfocadas -, Emak Bakia sigue siendo fresco e inspirándonos casi 80 años después de que se hiciera.