En el transcurso de un día del verano de 1963, Ben se sentó en medio del paseo Anglais de Niza con el cartel: "miradme, con eso basta". Las personas se paraban, se agrupaban, miraban y se cuestionaban. No es el público quien miraba a Ben, era Ben quien miraba al público: los observadores son observados y experimentan sin saberlo el ser protagonistas del espectáculo.