Gaël Badaud (1945-2003) fue un artista polifacético: pintor, cineasta, músico y poeta. Su educación estuvo marcada por el programa del estado francés para el bienestar infantil, puesto que fue abandonado al nacer. Pasó una infancia y adolescencia difíciles, en familias de acogida repartidas por diversas granjas de Loira-Atlantique (departamento de la costa oeste de Francia). Consiguió, pese a la escasa escolarización, adquirir unos conocimientos básicos de lectura y escritura. En este sentido, su fonética y lectura de las palabras deletreadas se convertiran más tarde en una característica distintiva de su poesía. Sin embargo, el dolor del abandono le desafían en sus primeros años de vida adulta. En 1966 se traslada a París y entra en contacto con un ambiente bohemio, alejado de la realidad y reacio a la autoridad. Esta primera etapa de su vida queda representada en su obra artística a través de un motivo recurrente: el retrato de su madre como una bella gitana con un lujoso traje. Esta imagen se encuentra posiblemente influenciada por el aspecto de estilo gitano extravagante adoptado por su amigo íntimo Parvaneh Nava, de ascendencia iraní. Años después, Badaud se encontrará enormemente devastado por el reencuentro con su madre, campesina, al no mostrar ella ninguna empatía hacia él. La identidad de su padre biológico nunca le será revelada.
En 1977 conoce al cineasta Teo Hernández, que se convierte en su amigo y mentor. Junto a él, consigue expresarse artísticamente, a través de la realización de películas, composiciones musicales, dibujos y poesía. Sobre el uso del sonido, cabría a destacar que Badaud experimenta con oscilaciones parásitas para fabricar música. Utiliza la flauta de pico como armónica y compone piezas musicales y poesía sonora. Algunas de sus composiciones integran las bandas sonoras de sus películas, así como las de Teo Hernández. Entre 1980 y 1983, como miembro del colectivo MétroBarbèsRochechou Art, coproduce dos películas junto a Teo Hernández. A finales de los años ochenta, varios de sus pinturas son adquiridos por la colección de Art brut L'Aracine, y posteriormente por la colección Musgrave Kinley Outsider Art. Después de la muerte de Teo Hernández en 1992, Gaël Badaud cesa toda producción artística. En el año 2000, la totalidad de sus películas y archivos son donados al Centro Georges Pompidou de París.