Beavers controla personalmente cada proyección de sus films, que son siempre una excepción: en esta sesión presentamos su última película en diálogo con Still Light y Sotiros, ambas extraordinarias de ver. Beavers tenía 16 años cuando conoció a Gregory Markopoulos, que entonces tenía 37 y ya era un cineasta reputado, quien le animó a dejar la escuela y empezar a filmar: juntos se irán poco después a Europa, donde Beavers compondría su búsqueda de la «filosófica majestad de la imagen»: «El poder perceptivo del espectador, liberado por los sentidos y no por la empatía dramática, empieza a comprender lo que compone el film y sus armonías…». La obra de Beavers es una meditación prodigiosa, de extrema meticulosidad, sutileza y emoción, sobre los procesos y materias del cine (el corte, la luz, la emulsión, el sonido): los gestos artesanales y manuales (de la jardinería o la música) se armonizan con los gestos del montaje, ampliando y poetizando la visibilidad de los mínimos eventos.
Listening to the Space in my Room, 2013, 16 mm, 19 min; Still Light, 1970/2001, 16 mm, 25 min; Sotiros, 1976-78/1996, 35 mm, 25 min.
Con la presencia de Robert Beavers