La compañía de cine Mitchell and Kenyon fue pionera en las primeras películas comerciales. Aunque estaban radicados en Blackburn, Lancashire, operaban por toda Inglaterra e Irlanda en los primeros años del siglo veinte. Eran un grupo de operadores cinematográficos que viajaban y se autopublicitaban. Las películas se filmaban durante el día y se exhibian la misma tarde en recintos de feria, en espacios sociales o en auditorios de música con consignas como «veros a vosotros mismos como otros os ven».
(Fuente: digitalfilmarchive.net)