Cécile Fontaine (Francia, 1957) realizó sus primeras películas en los años 80 mientras estudiaba en el Massachusetts College of Art. Su trabajo, próximo a las artes plásticas y al dadaísmo y el impresionismo, se caracteriza por su naturaleza artesanal. Cécile empapa el celuloide, lo decolora, corta o quema y emplea técnicas como el scratching o el collage. Los resultados son montajes habitualmente frenéticos que impactan al espectador. Los temas de sus piezas transitan entre la denuncia del impacto del hombre en el mundo (The Last Lost Shot, Sans Titre: Mai , Hollywoods) y la pura experimentación de formas y colores (Mouvement Nº2 , Colored Strip Part One).
Actualmente vive en París, donde enseña arte en una escuela primaria mientras sigue creando nuevas películas.