Mediante las rarísimas secuencias filmadas de varios acontecimientos letristas, Suzanne Lemaître evoca a todas las mujeres creativas de la historia con el ejemplo de Juana de Arco. Otras secuencias, también extrañas, muestran a la cineasta con su hijo, el genio creativo letrista Maurice Lemaître, y con su hija, también directora letrista.