Neuwirth realizó frecuentes y largas visitas al Tíbet, donde filmó una gran cantidad de material, concentrándose en los hechos cotidianos y lo aparentemente poco importante. Estas impresiones de viaje están estrictamente estructuradas y editadas - cada escena tiene exactamente la misma longitud. Cada imagen se representa a sí misma: durante el proceso de edición no se crea ninguna secuencia de acontecimientos.