Con una chica andrajosa, un conejo blanco y una maníaca pelota de ping-pong, los Quay construyen un hipnótico y seductor ballet, una especie de coreografía animada a ritmo de pop etéreo.
Con una chica andrajosa, un conejo blanco y una maníaca pelota de ping-pong, los Quay construyen un hipnótico y seductor ballet, una especie de coreografía animada a ritmo de pop etéreo.