En las imágenes iniciales se ve una erupción volcánica. Estas imágenes, en un principio 'reales', se van desintegrando gradualmente y la capa de gelatina en la que se incrustan los productos químicos se disuelven. Así, se generan unas estructuras y unos colores que palpitan lentamente. Las imágenes micro y macroscópicas construyen un paisaje casi abstracto e hipnótico, una percepción muy cercana de la creación.