En esta película vemos escenas cotidianas de esparcimiento y placer de un idílico y soleado día en un parque con vistas al lago. Los planos de gente remando en un barco, jugando al vóleibol, patinando, montando a caballo o en bicicleta, leyendo el periódico, dándose un baño o simplemente paseando por el paseo marítimo, son filmados a través de distorsiones ópticas para crear nuevas imágenes fracturadas y llenas de nudos.