Playlists

Women Light Music

Una playlist de Natalia Piñuel Martín para el Archivo Xcèntric

A propósito de la inauguración de la temporada de proyecciones de Xcèntric para 2023 con el programa Woman Light Music, desde el archivo se invita a un viaje que explora la denominada música visual ligada al cine experimental desde los albores de la fotografía y del cinematógrafo. Una música de color donde destacaron distintas artistas visuales y cineastas que vieron invisibilizado su trabajo por el mero hecho de ser mujeres. A este recorrido se le suman otras directoras que trabajando desde el feminismo y las prácticas colaborativas han puesto el foco en el uso del sonido, el montaje y la composición musical para canalizar su obra.

Meshes of the Afternoon, Maya Deren, 1943. Estados Unidos. 14’

Maya Deren fue cineasta, bailarina, coreógrafa y estudiosa de los rituales vudú en Haití. Esa magia supo plasmarla en su primera y más famosa película, Meshes of the Afternoon, donde explora a través del sueño y un paisaje onírico la vida de una mujer. La experimentación formal, su ambigüedad y las imágenes cercanas al movimiento surrealista y el psicoanálisis han hecho de esta película icono del primer cine experimental y referente para muchos directores futuros. Realizada en colaboración con el fotógrafo Alexander Hammid, la música es del japonés Teiji Ito que también se adelanta a su época con un score de experimentación sonora y avant-garde.

Begone dull care, Evelyn Lambart, 1949. Estados Unidos. 8’

Evelyn Lambart fue junto a Mary Ellen Bute pionera en el cine de animación. Trabajó con Norman McLaren en varias películas, siendo esta que nos ocupa premiada en la Berlinale del año 1951. Estamos ante una fantasía en colores donde ambos utilizaron la técnica de pintar sobre celuloide o rayar directamente la película. La obra está conectada con la pintura expresionista abstracta de la época y se va narrando al ritmo intenso de un boogie woogie interpretado al piano por el Trio jazzista de Oscar Peterson.   

Peyote Queen, Storm de Hirsch, 1965. Estados Unidos. 9’

Storm de Hirsch fue una pionera del cine underground, destacando también como poeta en el vibrante Nueva York de los años sesenta. Peyote Queen forma junto a Divinations y Shaman la trilogía The Colour of Ritual, the Colour of Thought, dedicada a la representación fílmica de los estados alterados de conciencia. Una película que se mueve a toda velocidad al ritmo de percusiones africanas y derivas psicodélicas mediante un footage salvaje de imágenes y sonidos.

My Name is Oona, Gunvor Nelson, 1969. Estados Unidos. 9’

Gunvor Nelson filma a su propia hija en un elogio a la mujer a través de la reinterpretación de la mitología nórdica históricamente interrelacionada con la naturaleza y la magia. Una sucesión de imágenes en contrastado blanco y negro, continuamente sobreexpuestas, que se cruzan con el loop sonoro compuesto por el músico Steve Reich. La repetición en bucle de la frase que da título, «My name is Oona», acelera el ritmo hasta límites hipnóticos y cercanos al trance. Con el paso del tiempo las películas de esta cineasta se han convertido en referente del feminismo.

Dresden Dynamo, Lis Rhodes, 1971. Reino Unido. 5’

Lis Rhodes es una de las cineastas más importantes dentro del cine experimental y con perspectiva de género. Incorporó a su cine texto y voz, dando así un mensaje de igualdad hacia el machismo sistémico. Dresden Dynamo es cine sin cámara. Las imágenes fueron trabajadas directamente sobre el soporte de 16 mm, a su vez el sonido que escuchamos es producido por esas mismas marcas de una manera sinestésica. Lo que vemos es lo que escuchamos, alterando nuestra percepción de los sentidos. Esta técnica, muy utilizada en el cine experimental desde las vanguardias, conecta con los materiales originales y la fisicidad del propio celuloide. 

Asparagus, Suzan Pitt. 1979. Estados Unidos. 18’

Asparagus es una película loquísima realizada en plena psicodelia americana, muy influida por los sintetizadores modulares y el free jazz, compuesto para su banda sonora por Richard Teitelbaum. La animadora, cineasta y pintora, Suzan Pitt estuvo cuatro años enfrascada en este proyecto, resultando un viaje alucinógeno para el espectador. Una película de animación que se distancia de los dibujos infantiles, aunque juegue con elementos parecidos como la utilización de colores brillantes, las flores o una casa de muñecas que funciona como una matrioska rusa para el personaje de la protagonista. Una metáfora delirante del ama de casa norteamericana pasada por una batidora de deseo y destrucción.

Mutiny, Abigail Child, 1982. Estados Unidos. 9’

Mutiny pertenece a esas prácticas de cine feminista y horizontal alejadas de las películas más comerciales en cuanto a realización y producción, donde las amigas de la cineasta se convierten en colaboradoras de la propia película. Child se une a la violinista Polly Bradfield, la coreógrafa Sally Silvers y la cantante Shelley Hirsch para llevarla a cabo. Formalmente, se trata de uno de los mejores ejemplos de cine de montaje o found footage de la autora, porque todo está editado de forma expresiva y con un gran sentido del humor, sin perder por ello un ápice de capacidad crítica.

Syntagma, Valie Export, 1984. Austria. 17’

Valie Export fue una de las artistas fundamentales de la segunda mitad del siglo XX y uno de los exponentes más brillantes de la primera oleada de feminismos que se produjo con la irrupción del arte conceptual a finales de los años sesenta. Su práctica arranca en el situacionismo vienés, realizado por hombres, a los que ella empezó a criticar y a posicionarse en contra por el machismo intrínseco de la gran mayoría de sus acciones. Es entonces cuando evoluciona hacia la realización y documentación audiovisual de una serie de performances de guerrilla en espacios públicos donde pone el cuerpo en pro de la revolución feminista. Una voz en off lee una cita del libro del psiquiatra Laing sobre la locura en el mundo moderno. Para visibilizar la esquizofrenia, la artista incluye pantallas partidas, imágenes reflejadas y efectos espejo. En la banda sonora, colabora con el compositor Hans Hartel dando lugar a un score disruptivo e hipnótico que juega con elementos retrofuturistas acrecentando el mensaje de locura.

My tears are dry, Laida Lertxundi, 2009. Estados Unidos. 4’

My tears are dry es el título de una canción soul de Hoagy Lands. Una joven tumbada en la cama la reproduce de forma interrumpida desde su radiocasete, mientras otra chica experimenta con su guitarra. Finalmente, cuando un rayo de sol ilumina el rostro de la joven, escuchamos la canción sin cortes y una panorámica nos conduce hasta un esplendoroso cielo azul de California en un claro homenaje a la película All my life de Bruce Baille.  El cine de Lertxundi está basado en la autoficción, en una conexión directa con el espectador, donde la intimidad queda al descubierto y esa denominada cuarta pared del cine convencional se difumina. Durante toda su trayectoria ha mostrado los distintos dispositivos con los que se construye tradicionalmente una película, diluyendo fronteras e incluyendo en sus propuestas amigas, territorios y espacios que habita, preocupaciones, sensaciones y numerosas referencias literarias y musicales.

LYLS: Let Your Light Shine, Jodie Mack, 2013. Estados Unidos. 3’

En la línea del trabajo de animadoras pioneras como Lis Rhodes se sitúan las películas de la norteamericana Jodie Mack, que combina aquí estructuras y formas geométricas abstractas en forma de ensayo musical y estroboscópico. Un derroche de energía cinética para todos los sentidos condensado en apenas tres minutos. Jodie Mack trabaja con material fílmico manipulando el sonido óptico de forma totalmente artesanal.

Un Sourire, Aurora Gasull, 2016. España. 7’

La producción más reciente de esta lista resulta también la más novedosa en el catálogo siempre work in progress de Xcèntric. La artista catalana Aurora Gasull es animadora, violonchelista e investigadora. Para realizar sus películas, parte del sonido armónico desde donde empezar a imaginar y generar imágenes abstractas. En Un Sourire Gasull se sumerge en el lenguaje sinestésico del compositor y ornitólogo francés Olivier Messiaen, enamorado del color instrumental para ir a su compás usando tonos radiantes y formas geométricas.

Puedes visionar las obras de esta playlist en el Archivo Xcèntric.

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