"Desde joven he sentido una gran atracción por la música y la figura de Olivier Messiaen, el compositor y ornitólogo que escuchaba los colores y veía la música. Elegí Un sourire a sabiendas de que la profundidad de su música queda fuera de mis posibilidades, pero con el placer asegurado de sumergirme en su lenguaje y rebuscar bajo su influencia.
Lo visual comienza con la atención sobre la melodía, los trítonos del inicio dan pie al trazo del triángulo que progresa hasta el pasaje rítmico, que es el paso de la ausencia del tiempo o del tiempo eterno a la realidad, de la geometría en color... A partir de ahí mi voluntad fue trabajar la profundidad armónica con masas de color, siguiendo el discurso íntimo de la melodía, con sus dudas y contradicciones, excepto en el pasaje en que la cámara toma la palabra." Aurora Gasull
