Su trabajo como actor permitió a Pierre Clémenti comprarse una Beaulieu de 16 mm y emprender «una fabulosa aventura viviente: FILMAR». Mediante montajes plásticos, cromáticos y rítmicos de «balbuceos, fulgores, iluminaciones, intimidad revelada», liberó una forma romántica sobre su imaginario y desde una contrasociedad artística y utópica.
En esta sesión proyectamos tres de sus obras. La révolution n'est qu'un début. Continuons le combat pertenece a la primera etapa del cineasta, caracterizada por una poética psicodélica, carnal, alucinada, en la constelación del 68. Souvenirs souvenirs, recientemente descubierta en los almacenes del centro Pompidou, se compone a partir de rushes de hace diez años; en este segundo periodo, la belleza evocativa del álbum familiar y el hilo de la memoria entremezclan vida y obra, en un «espejo mágico de visiones múltiples». Soleil es representativa de su etapa final; más gélida y angustiada, brota desde su infundado encarcelamiento en Italia por posesión de drogas, en 1971.
La recuperación y restauración de la obra fílmica de Cleménti, que dejó numerosos materiales inconclusos, nos descubre la plenitud de una autobiografía filmada creada a través de experiencias visionarias y subversión política desde lo sensorial. Tal como señala Nicole Brenez, Cleménti se hace cargo en su cine de la protesta colectiva contra la censura social y la autocensura privada, exponiendo «su vida y su cuerpo hasta en los más mínimos repliegues de su placer y su sufrimiento».
La révolution n'est qu'un début. Continuons le combat, 1968, sin sonido, 20’
Souvenirs souvenirs, 1967-1978, sin sonido, 28’
Soleil, 1988, 16’, VOSC
Proyección en DCP. Copias procedentes de la Cinémathèque Française.