Conectada desde los años 60 con el cine portugués y la generación de Cinema Novo, que luego intentó revolucionar la producción cinematográfica nacional, fue asistente de Paulo Rocha en Mudar de Vida (1966) y de Manoel de Oliveira en O Passado e o Presente (1971). Luego fue pasante en París con Jean Rouch.
Como directora, su obra más conocida es Máscaras del año 1976, inspirada en los trabajos etnográficos de Benjamim Pereira, que la directora y actriz Catarina Alves Costa considera "una película muy pionera y muy importante para quienes trabajan en el cine etnográfico en Portugal", y que está en línea con los documentales de António Campos, como Vilarinho das Furnas (1971) o Falamos de Rio de Onor (1974).